domingo, 7 de julio de 2013

Una historia de Éfeso

Resumir Éfeso en una entrada es imposible, y en dos difícil; en tres o más aburriría. Así que en esta segunda entrada se intentará contar parte de la historia de esta ciudad.

Los antiguos pobladores de Éfeso construyeron un templo a Artemisa. Este templo fue considerado como una de las siete maravillas del mundo antiguo. Se dice que en el año 356 a.C. el templo fue arrasado por un incendio, provocado por una persona que buscaba publicidad. Posteriormente fue reconstruido, y vuelto a arrasar en el 262 d. C. Hoy en día solo quedan en pie una columna, y restos por diversos museos.

El templo tenía mucha fama en la antigüedad, y los reyes de la zona se acercaban a él para consultar el futuro, por medio de los adivinos. Con tanto visitante, y muchos ilustres, se crearon negocios entorno a este templo. En el Nuevo Testamento, en el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 19, 24-40) se cuenta como los orfebres, cuyo principal negocio era la venta de templetes de Artemisa, iniciaron una revuelta contra Pablo (aquí vivió el Apóstol unos tres años) y los cristianos, porque estos negaban que Artemisa fuera una diosa y su negocio se iba al garete. Agarraron a dos discípulos de Pablo, Gayo y Aristarco, y los arrastraron al teatro para juzgarlos. Estos lugares los podéis ver en estas fotos.

Junto a la biblioteca de Celso -izquierda- se encuentran las puertas de Mazeo y Mitrídates, que dan paso al ágora comercial.

Ágora comercial. A la izquierda, en las columnas, se situaban las tiendas de los plateros. Al frente, las puertas de Mazeo y Mitrídates.

Teatro, anejo al ágora comercial, con capacidad para 25 000 espectadores.
Éfeso cambió de ubicación, encontrándose el antiguo al otro lado del templo de Artemisa. Ahí se encuentra ahora la Basílica de San Juan, donde se cree que fue enterrado el escritor de uno de los 4 evangelios y del Libro del Apocalipsis -la isla de Patmos es una isla cercana, donde fue exiliado en un tiempo de persecuciones-. También se encuentran los restos de la Iglesia de María, Madre de Dios; en esta Iglesia se celebró el tercer concilio ecuménico, donde se condenó el nestorianismo y se afirmó que María es Theotokos, Madre de Dios, en el año 431.

Vista de la Éfeso romana (dos colinas claras del fondo) desde la Basílica de San Juan. El templo de Artemisa está junto a la mancha blanca en el centro izquierda de la foto.

Baptisterio de la Basílica de San Juan.

Basílica de San Juan.

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